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Quinta Torre – CORRUPCIÓN Y EXPOLIO A LA CIUDADANÍA

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La mesa de  Auditoría de la Deuda del Foro Local de Fuencarral el Pardo, en la que colaboran vari@s miembr@s de nuestra ABP, ha realizado un profundo estudio, plasmado en el documento que presentamos, relativo a la  gestación de los proyectos urbanísticos ubicados en la antigua Ciudad deportiva del Real Madrid, que se culmina con la aprobación, por parte del Ayuntamiento de Madrid , del proyecto para la construcción de «La Quinta Torre», en terreno público de tod@s l@s madrileñ@s.

En esta entrada del blog se reproduce un extracto del documento, que ha sido publicado en el periódico del 15M de este mes.

También se incluyen ENLACES AL DOCUMENTO COMPLETO, para visualizar o descargar. El documento está escrito con fuentes grandes, para facilitar su lectura a personas con alguna discapacidad visual, por lo que el mismo se extiende a 68 páginas.

El urbanismo como alimento de un
sistema corrupto y criminal

Cualquier ciudadano puede observar cómo en los últimos años se está produciendo una aceleración de los procesos de privatización y mercantilización del espacio público, y su conversión en espacios con un marcado enfoque al consumo,  desarrollando una ciudad cada vez mas segregada, mas polarizada y con menos espacios en común, donde sus habitantes puedan encontrarse, convivir y compartir.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acompañada por el concejal del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo y Juan Villar-Mir de Fuentes

Solo en Madrid son múltiples los casos de expolio del espacio público en los últimos tiempos, los antiguos Talleres de Artillería, en Raimundo Fernández Villaverde 50, las cocheras de metro de Cuatro Caminos, talleres de metro de la calle Valderribas, Operación Campamento, Operación Chamartín, Ciudad Deportiva del Real Madrid. Desde 2013 el Estado ha vendido solamente en Madrid 231 solares e inmuebles por 534 millones de €. Son innumerables los casos de expolio de lo público para sanear cuentas previamente saqueadas por políticos corruptos, carentes de escrúpulos, complementándose con operaciones de espacios privados que destruyen nuestro patrimonio histórico y cultural como es el caso de Canalejas y Plaza España.

Por este motivo los componentes de la Mesa de Auditoria de la Deuda del distrito de Fuencarral el Pardo, de la que formamos parte varios miembros de la Asamblea del 15M del Barrio del  Pilar, decidimos auditar el proceso de concesión del espacio público que por obra y arte de la corrupción política, se convertirá en la quinta torre de la Castellana, en lo que ahora llaman los urbanistas modernos el CBD Madrileño (central business district). El distrito de Fuencarral-El Pardo ha sufrido a lo largo de los últimos 30 años este proceso de expolio de lo público, que se ha ido potenciando en el tiempo por falta de respuesta ciudadana. Mientras en los años 70 y 80  fue el origen de fuertes movimientos de resistencia y lucha contra el poder, como los vividos durante la lucha “La Vaguada es Nuestra”, que consiguió que el 50% del terreno fuera un parque público, hoy observamos atónitos como se desarrollan procesos de expolio de lo público, como la Operación Chamartín, el GO-FIT de Monforte de Lemos, en el Barrio del Pilar, o la quinta torre, sin ningún tipo de contestación por la ciudadanía.

Empecemos por una breve historia. El terreno conocido como Ciudad Deportiva del Club Real Madrid de la Castellana,  fue vendido el 6 de Abril 1960 al Club por la llamada Comisaría por 11.970.705 pesetas, (14 Ha. a  razón de 77,5 pts/m2),  sin trámite licitador alguno,  en base al artículo 155 de la LS 1956, que autorizaba tal venta directa para instalaciones deportivas SIN PROPOSITO LUCRATIVO. La parcela había sido adquirida por expropiación a doña María Díaz Ghihou para destinarlo a viviendas de renta limitada, y ello según Decreto de 22 de noviembre de 1957, firmado por don José Luis de Arrese y D. Francisco Franco. Aquí se inician los procesos de corrupción, que a lo largo de los años han implicado numerosas irregularidades, que podéis encontrar en el INFORME COMPLETO DE AUDITORÍA. A título de ejemplo, incluimos algunas irregularidades significativas.

La ciudad deportiva del Real Madrid se construye sobre suelo expropiado para vivienda pública, Santiago Bernabéu siempre sostuvo que con dinero exclusivamente de los socios, pero hay pruebas de que no solo se benefició a un club que siempre fue fiel aliado del poder, sino que además se facilitó dinero para su construcción en uno de los momentos más duros de miseria para muchos españoles.

Como en la mayoría de los procesos urbanísticos, son numerosas las irregularidades o ilegalidades  cometidas,  como el caso de las cuatro torres. En el mismo, el Ayuntamiento se hace cargo del 80% de las infraestructuras, en lugar de que la totalidad del montante de esas obras recayera en los propietarios del suelo, como marca la ley del suelo aprobada el 17 de Julio de 2001. La modificación del PGOUM vigente se aprueba con fecha 3 de Diciembre de 2001, estando ya en vigor la citada ley, Gallardón manipula y consigue que se aplique la normativa anterior a la misma, lo que nos ha supuesto a todos los madrileños un coste de 95 millones de euros. Sorprendentemente trámites administrativos, que de forma habitual pueden durar 22 meses, se resuelven a la velocidad del rayo, pero como la incompetencia nunca es suficiente en gestores corruptos, no se dieron cuenta de que no se podían construir las torres, porque ese espacio aéreo era una vía de evacuación para emergencias del Aeropuerto de Barajas, que imposibilitaba construir la altura requerida. No pasa nada, para eso están los amiguetes que rápidamente cambiaron las vías de evacuación del aeropuerto.

Un apartado especial merece el uso de empresas públicas, donde se colocan amiguetes y se imputan partidas que nadie sabe de dónde proceden, hasta que quiebran y hay que rescatarlas y disolverlas, mas costes para los ciudadanos.

En el informe de auditoría podéis encontrar un detalle exhaustivo del impacto económico para los madrileños. A modo de resumen, en esta operación los desembolsos  efectuados nos han costado a todos los madrileños 208.042.102,07ϵ, el ayuntamiento ha ingresado 140.000.000 €, desconocemos su destino, pero presumiblemente se han utilizado para pagar intereses de la deuda contraída, es decir, negocio redondo, consiguen un retorno del 100%,  y el Real Madrid un beneficio limpio de polvo y paja, sin hacer nada, de 509.000.000ϵ, sustrayendo el beneficio que podía obtener el ayuntamiento, recuperando unos terrenos que se habían cedido sin ánimo de lucro y para uso exclusivamente deportivo. Lo que hoy es el Central Business District, popularmente conocido como cuatro torres, nos ha proporcionado  a los madrileños un perjuicio total de 717.042.102,07ϵ.

Los delirios de grandeza de un alcalde megalómano, Gallardón,  llevan a la construcción del Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid (CICCM), un proyecto que tiene como lema “donde no se pone el sol”, y que le sirve al alcalde reinante por aquellos tiempos, para darse el boato propio de un sátrapa estrambótico. El  coste  de  los  tres  contratos  más importantes en la ejecución del CICCM alcanzaron un importe de  63 M€, a lo que hay que añadir 16 M€ de gastos financieros, más los costes de: el concurso de ideas, maquetas, gastos de personal de Madridec, etc. para que los ciudadanos pudiéramos disfrutar durante siete años de un enorme agujero, para regalarle a Villar Mir los cimientos de la quinta torre. Todo ello pagados por todos los madrileños, para disfrute de un grupo privado durante 75 años, en principio. Después de ello ya veremos, como ha pasado tantas veces, por ejemplo en las autopistas.

Pero esta corrupción tiene consecuencias,  a escasos metros, el centro de investigación más puntero de España en oncología (CNIO), está amenazado en estas fechas, por el despido de 134 investigadores, cerrando muchas líneas de investigación. Su presupuesto anual es de 23 millones de euros, solo con una de las partidas que estos gestores corruptos han despilfarrado,  podríamos asegurar la supervivencia del centro de investigación durante años,  e incrementar sus líneas de investigación. Cuando hoy alguien se muere  de cáncer,  convendría recordar que hay culpables, y que la corrupción de gestores sin escrúpulos mata.

Más allá de la idiosincrasia de la propia operación y de todas las corruptelas originadas, muchas de ellas legales pero ilegítimas, es importante evidenciar una  forma de hacer política en clara connivencia con los poderes económicos, en la que la corrupción institucionalizada, con sus diversos escalonamientos, facilitan estas actuaciones, que se repiten en multitud de espacios y conforman el sustento de un sistema capitalista que obtiene, por una parte,   la acumulación de cantidades ingentes de capital a través del expolio, por otra, afianzar el sometimiento de la ciudadanía a través del impacto social que estas actuaciones tienen en el diseño de un determinado modelo de ciudad, y conseguir a través de convenios, empresas públicas, mixtas, o de otras características, mantener la red clientelar necesaria para que el expolio no pare. No es solo importante el aspecto económico, los impactos sociales, medioambientales y políticos son enormes, los tenéis descritos en el mencionado informe.

Todo el impacto se desarrolla a través de los cambalaches legalizados en las trasmisiones urbanísticas de los terrenos de un club de fútbol histórico que ha servido al poder establecido  y  a sus dirigentes, como patio de operaciones de múltiples tropelías. Nadie hoy duda que el fútbol además de deporte, es uno de los narcóticos socialmente más potentes que existen y una forma de contracultura y domesticación social para beneficio de  los grandes poderes.

Una vez más se utiliza el urbanismo y a sus mediadores políticos como instrumento del control político que se ejerce en este caso sobre la geografía espacial de la ciudad, diseñando elementos que no van a disfrutar los vecinos de los barrios colindantes, por no disponer de los medios económicos necesarios para ello. Miles de vecinos del Barrio del Pilar, Begoña o Valverde, no disponen de los medios económicos para mandar a sus hijos a la universidad privada que ocupará la quinta torre, o al hospital Quiron, pero que sí van a servir como elemento barrera para futuros desarrollos urbanos (Op. Chamartín) para las elites, diferenciando claramente estos espacios elitistas de los barrios obreros colindantes. Al fin y al cabo estructurar la ciudad, marcando la diferencia de clases es claramente una función política, aunque en este caso de forma vergonzante para lo que se suponía el grupo municipal del cambio.

En el desarrollo de este neoliberalismo salvaje, ya algunos autores indicaban: «De forma progresiva hemos abandonado lo público, dejándolo en manos de las élites políticas y económicas que deciden quién tiene derecho a disfrutar de ese espacio y bajo qué condiciones y, por lo tanto, quién merece la ciudad» (Oszlak 1991), iniciando los procesos de reivindicación del derecho a la ciudad, como un elemento sustancial de los derechos políticos, que nos estaban siendo arrebatados.

Las políticas públicas son una forma de controlar el espacio público socialmente y de designar su finalidad, creando, rediseñando y reglamentando formas que restringen sus usos y prácticas sociales. Mediante ellas, se ejerce un control político sobre la distribución espacial de las ciudades, la movilidad cotidiana de las personas y la interacción social, induciendo la percepción y la apropiación del espacio público por los ciudadanos, el espacio público como espacio de relación donde la pluralidad y la diferencia adquieren sentido pleno cuando aparecen articuladas a la búsqueda de lo común como elemento cohesionador. Si nos cargamos un espacio público perdemos un espacio de cohesión.

La dimensión de espacio público no debe entenderse desde una perspectiva excluyente de propiedad o pertenencia, sino como un lugar de producción social que agrupa infinidad de elementos, tales como los espacios verdes, las calles, las plazas, la valorización del paisaje urbano, el mobiliario urbano, los tipos de movilidad, y todos aquellos elementos que facilitan, conducen o propician la producción social, es decir los lugares de encuentro, intercambio y comunicación, que actúan como referentes activos en la vida social, política y cultural.

El espacio público es uno de los ámbitos donde las élites políticas, económicas y religiosas, manifiestan y legitiman su poder, imponen sus intereses, sus valores y su hegemonía. Por este motivo estamos obligados a luchar por la recuperación del  espacio público,  y destinarlo a procesos de cohesión social, de creación de identidad comunitaria, de solidaridad, y creación  de memoria colectiva, así como elemento clave para la  resistencia y la lucha contra el poder corrupto que trata de imponer su sometimiento. El derecho a la ciudad es mucho más que un derecho individual o colectivo a los recursos que la ciudad almacena o protege, es un derecho a cambiar y reinventar la ciudad de acuerdo con nuestros deseos.

Asamblea Popular 15M Barrio del Pilar

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